La Francmasoneria es una institución de carácter iniciático, filantrópico,
simbólico, filosófico, secreto, libre, selectivo, jerárquico,
internacional, racional, humanista y con una estructura federal, fundada
en un sentimiento de fraternidad.
Afirma tener como objetivo la búsqueda de la verdad, el estudio
filosófico de la conducta humana, de las ciencias y de las artes y el
fomento del desarrollo social y moral del ser humano, orientándolo hacia
su evolución personal, además del progreso social, y ejemplifica sus
enseñanzas con símbolos y alegorías tradicionales tomadas de la albañilería o, más específicamente, del Arte Real de la Construcción, es decir, de los constructores de las catedrales medievales.
Aparecida en Europa entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, la masonería moderna o «especulativa» ha sido descrita a menudo como un sistema peculiar de moral, bajo el velo de alegorías y enseñado por símbolos.
Se presenta a sí misma como una herramienta de formación, con un método
particular que, basado en el simbolismo de la construcción, permite a
sus miembros desarrollar su capacidad de escucha, de reflexión y de
diálogo, para transmitir estos valores a su entorno.
La escuadra (símbolo de la virtud) y el compás (símbolo de los límites con los que debe mantenerse cualquier masón respecto a los demás)
- Aquí aparece también las letras "G", "A", que representan al Gran Arquitecto del Universo, este expresado habitualmente con el acrónimo GADU, es el nombre simbólico con el que suele referirse a Dios como primera causa del Universo en ciertas órdenes iniciáticas.